Etapa 2
La segunda etapa que te proponemos discurre entre Belorado y San Juan De Ortega con un recorrido de 24,5 Km.
En principio no es una etapa recomendable para personas con movilidad reducida, no tanto por la distancia como por las dificultades que nos vamos a encontrar. Si acaso, se podría hacer el primer tramo entre Belorado y Villafranca Montes de Oca. Pero el resto, entre la dura subida de los Montes de Oca y luego la bajada por el bosque hasta San Juan De Ortega, desaconsejan recorrer esta etapa.
Para los que se animen a realizar la etapa el primer consejo es madrugar un poco, puesto que hoy se nos puede hacer largo el día y al final merece la pena degustar San Juan de Ortega.
Salimos de Belorado siguiendo la N-120 y a los 4,8 km entramos en Tosantos. Un pueblecito en el que destaca su magnifica Iglesia rupestre dedicada a Nuestra Señora de la Peña. Está totalmente excavada en la roca salvo la fachada que es exterior. Al lado hay varias cuevas que debieron estar habitadas por ermita- ños que veneraban a la virgen. En el interior destaca el retablo barroco.
En el medievo existió un hospital de peregrinos que estaba situado junto a la iglesia de San Esteban.
Apenas 2 km más adelante aparece Villambistia, otro pequeño pueblo burgalés que desde siempre contó con hospital para peregrinos. En la actualidad se puede visitar la Iglesia de San Esteban del siglo XVII, que guarda un retablo de San Francisco de Belorado. Y en unas condiciones muy precarias se mantiene la ermita de San Roque.
Si tu intención es hacer noche aquí tienes el Albergue municipal San Roque.
El siguiente pueblo en aparecer será Espinosa del Camino a menos de 2 Km de Villambistia, siempre con la N-120 a nuestro lado. Municipio que no supera los 40 habitantes, pero que también cuenta con su iglesia y su albergue. La Iglesia es la de la Asunción del siglo XVI, de la que destacaríamos su portada de alabastro y una escultura policromada de San Indalecio.
El Albergue privado es La Campana, tf: 678 479 361. Servicios muy básicos, de duchas y lavadero. Esta abierto de marzo a octubre, a partir de mediodía. Tiene 10 plazas.
Saliendo de Espinosa nos separamos un poquito de la N-120. Antes de llegar a Villafranca nos encontramos con las ruinas del Monasterio de San Felices de Oca, aunque lo que realmente queda es una capillita que se la conoce como el Ábside de San Felices. En su momento tuvo gran importancia puesto que acogió el sepulcro del Conde Diego Porcelos, fundador de la ciudad de Burgos.
4,2 km separan Espinosa del Camino de Villafranca Montes de Oca . Hay que tener especial cuidado al entrar en este municipio pues hay un pronunciado descenso y los últimos metros del camino vas por la carretera N-120.
Aunque en principio no está previsto terminar aquí, es recomendable detenerse un poquito en Villafranca y a la vez que tomamos un tentempié, podemos visitar el pueblo.
Para los amigos de lo esotérico el término Oca va muy ligado al Camino de Santiago. En realidad el Camino, sería una imagen trasladada del Juego de la Oca. Con sus ocas cada cierto espacio, sus laberintos, cárceles...
Las Ocas las encontramos a lo largo de toda la senda, ya sea a través de los nombres de los pueblos, de las esculturas y pinturas o incluso en la misma concha del peregrino que simbolizaría la pata de la oca.
En realidad Villafranca ya existía en época de los romanos. Pero es gracias al Camino en la Edad Media cuando cobra gran protagonismo. Aquí se construyó unos de los principales hospitales de todo el recorrido, el de San Antonio Abad, gestionado por los monjes antonianos. Estos monjes estaban especializados en curar una de las enfermedades más comunes que se daban en el Camino. Era el “Fuego de San Antón” que se producía por cosumir pan de centeno en malas condiciones. La enfermedad podía llegar a ser mortal y sólo con el cuidado de los monjes el peregrino lograba recuperarse y continuar con la senda a Compostela.
Entre las visitas, imprescindible es la Iglesia de Santiago donde nos representan al santo como peregrino. Merece la pena ver una inmensa vieira natural que se trajo de Filipinas, de 60 kg de peso y que se utiliza como pila, aunque únicamente la muestran en los meses de verano.
Aunque algo separada del camino, puede ser interesante subir hasta la Ermita de la Virgen de la Oca.
Allí encontraremos el pozo donde fue arrojado San Indalecio, uno de los discípulos que acompañó a Santiago en su labor evangelizadora por España.
Si te lo has pensado mejor y das por finalizada la etapa, tienes varias opciones para pernoctar.
De la primera ya hemos hablado, el antiguo hospital hoy ha sido transformado en Hotel y Albergue San Antonio Abad.
Otra opción es el Albergue Municipal ubicado en la C/ Mayor y que permanece abierto todo el año.
A parte de estos dos albergues, en Villafranca tienes otras opciones como la Pensión Jomer (679 362 617), la casa rural La Alpargatería (686 040 884) o el Hotel el Pájaro (947 582 029).
Si has decidido continuar, prepara fuerzas para afrontar los 12 km que nos quedan hasta San Juan de Ortega. La primera parte de esos 12 km va a ser la más dura, pues tendremos que ascender los temidos Montes de Oca. Las primeras rampas van a ser las más complicadas, para luego continuar con otras más ligeras siempre rodeado por un bosque de robles.
Aymeric Picaud ya se refería a Los Montes de Oca, como el lugar que delimitaba Castilla de Navarra: “...era de Castilla Montes de Oca mojón.”.
A parte, el autor del Codex, hablaba de Castilla como una tierra rica en carnes, pescado, cereal, miel, vinos...
Durante la Edad Media los Montes de Oca pasaban por ser el lugar más peligroso de todo el Camino. Los bosques estaban llenos de bandidos que se dedicaban a asaltar al peregrino. Por ello se recomendaba atravesarlos de día y siempre en grupos numerosos. Incluso se llegó a crear el dicho: “si quieres robar, vete a Montes de Oca”.
En estos Montes, las leyendas nos cuentan uno de los milagros que se le atribuyen a Santiago. Hablan de un matrimonio que peregrinaba hacia Compostela acompañado de su hijo. El hijo fallece y cuando iba a ser enterrado, Santiago le resucita y la familia puede continuar su ruta.
Una vez ascendido el Puerto de la Pedraja, nos queda un agradable paseo hasta San Juan de Ortega rodeado de nuevas plantaciones de pinos y abetos. Durante este paseo vamos a encontrarnos con un monumento reciente dedicado a las víctimas de la Guerra Civil.
Si todavía vas bien de fuerzas, puedes separarte un poco del camino para poder ver la Ermita de Valdefuentes, edificación que formaba parte de un complejo donde además había un monasterio y un hospital. En la ermita tenemos imágenes de Santiago, Santo Domingo de la Calzada y San Juan de Ortega.
Por fín llegamos a San Juan De Ortega, uno de los lugares más interesantes de todo el Camino. En 1931 fue declaro Bien de Interés Cultural como Monumento Histórico Artístico.
Vamos a dedicar unas líneas a recordar a Juan de Quintanaortuño, más conocido como San Juan de Ortega, uno de los grandes protagonistas de la historia del Camino de Santiago. Fue discípulo de Santo Domingo de la Calzada y colaboró con él en la construcción de los puentes de Logroño y Nájera, además de acondicionar numerosos tramos del camino por esta zona.
Viajó a Tierra Santa de donde se trajo numerosas reliquias. Tuvo un mal viaje de vuelta en barco que casi termina en naufragio. Piensa que se ha salvado gracias a una reliquia de San Nicolás de Bari, por lo que se compromete a levantar una ermita y un hospital para ayuda del peregrino.
El lugar elegido será la actual ubicación del monasterio. Escoge ese sitio para proteger a los peregrinos que recorrían el peligroso trayecto de los Montes de Oca. Al morir deja en su testamento que la ermita y el hospital serán siempre destinadas a ayudar a los caminantes a Compostela.
Vamos a analizar brevemente las partes de este monasterio.
Por un lado está la Iglesia, formada por una gran mezcla de estilos. Aunque su origen es románico del siglo XII, también podemos encontrar elementos del gótico en su interior, una fachada renacentista e incluso partes barrocas como el claustro del monasterio.
Pero quizá lo más representativo de la iglesia sea su decoración. En primer lugar podemos ver el sepulcro de San Juan de Ortega (aunque los restos están depositados en la cripta), formado por una estatua de alabastro del santo y cubierta por un baldaquino de estilo Gótico Isabelino.
Sin embargo por lo que es más conocida la Iglesia de San Juan de Ortega es por el triple capitel en el que se representan hechos de la vida de la Virgen María. Es sin duda uno de los capiteles más importantes del Románico Español. El motivo de la fama de este capitel es que en los equinocios de primavera y otoño, a media tarde, un rayo de sol entra por una ventana y va alumbrando a la Virgen en cada uno de los momentos que van desde la Anunciación, hasta la Natividad. A este fenómeno se le conoce como El Milagro de la Luz Equinocial.
La Capilla de San Nicolás de Bari, tiene relación directa con Isabel la Católica. Desde un primer momento a San Juan de Ortega peregrinaban muchas mujeres con problemas de fertilidad. La reina Isabel tiene conocimiento de ello y puesto que ella tenía ese tipo de problemas decide viajar hasta allí y al año empieza a tener hijos. Como agradecimiento mandará reconstruir y ampliar la Capilla.
Junto a estos monumentos se encuentra el Hospital para peregrinos, en el que destaca su claustro gótico. Junto a estos monumentos se encuentra el Hospital para peregrinos, en el que destaca su claustro gótico.
Alojamientos destacados: