YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE TIERMES
Durante la larga Guerra Celtibérica, Roma envió en vano durante años su poderoso ejército contra un pueblo pobre y alejado de las tierras ricas de Hispania: los arevacos, cuyas ciudades principales eran Numancia y Tiermes. Ésta última no fue sometida hasta el año 98 a. C., en que el cónsul Tito Didio, tras su victoria, obligó a bajar a la población de la ciudad al llano, abandonando la acrópolis que coronaba el cerro, e impidiendo a sus habitantes amurallar el nuevo lugar.
Entre los restos recuperados en excavaciones arqueológicas, los de las etapas celtibérica y romana aportan mayor información, destacan las estancias y habitáculos excavados en la roca, la necrópolis celtibérica de Carratiermes, complejos edificios públicos, como el denominado 'Castelum Aquae', las termas... además de calles o puertas defensivas, como la muralla tardorromana que rodea el cerro. Remata el conjunto una ermita de época románica en la que resalta la rica y variada decoración de los capiteles y canecillos.